dimarts, 14 de març del 2017

Análisis de las cuatro figuras de Goya



-          Figura 1. Grabado número 2 Con razón o sin ella
-          Figura 2. Grabado número 3 Lo mismo
-          Figura 3. Grabado número 7 ¡Qué valor!
-          Figura 4. Grabado número 19 Ya no hay tiempo

En primer lugar, debemos mencionar que una de las principales características de las cuatro figuras mencionadas de Goya es el hecho de que la tragedia de la guerra inspiró al autor una imagen femenina como representación del pueblo que sufre, víctima de la violencia (figura 4) y también protagonista de la crueldad de la lucha (figura 3). Esto es, generalmente, lo que observamos cuando ojeamos los cuadros.


Además, vemos conveniente destacar el lenguaje artístico que Francisco de Goya pretende mostrar en sus obras, el cual responde a la necesidad de expresar sus sentimientos, necesidad que desemboca en una pintura ligeramente alejada de la realidad debido a su enfermedad (sordera) que muda su carácter por completo y a un supuesto envenenamiento por plomo.

Goya decide realizar una pintura más analítica a lo que la sociedad está acostumbrada a ver y eso empieza a formar parte de algo extraordinario. Presenta pinturas "más oficiales" (encargos), pero su versión razonada de la guerra triunfa sobre las primeras. En esta versión, a la cual pertenecen las cuatro figuras anteriormente mencionadas, muestra una visión personal y crítica de la realidad que le ha tocado vivir, ya que pretende denunciar las atrocidades que sucedieron, sin importarle mucho más que hacer ver al mundo la auténtica crueldad del momento.

Tratando de reflexionar sobre los aspectos que Goya procura reflejar en sus obras, reiteramos la idea de que sus intenciones son advertir de la crueldad que percibe a su alrededor. Esta inhumanidad podemos contemplarla en las cuatro figuras, ya que en todas ellas acechan los asesinatos causados por la lucha entre dos bandos.
No obstante, inmersa en esa crueldad también divisamos heroicidad en las figuras representadas por el pueblo (figura 1), que se exponen a la autoridad francesa aún sabiéndose inferiores que ellos por la posesión de armas de fuego. Aún así, en la figura 2 vemos cómo el pueblo se enfrenta a los soldados sin piedad alguna. Revelan la aspereza de la guerra, mostrando montones de cadáveres que reflejan ese ambiente de destrucción.

En cuanto a las figuras 3 y 4, Goya muestra, por una parte, a la mujer "ganadora" de una trifurca, y por otra parte, varias mujeres siendo abatidas por el bando francés. En estas dos figuras permanece la atmósfera atroz que el autor destapa en las dos primeras estampas.

Respecto al análisis de la figura femenina, cabe declarar que la visión que tenía Goya de la mujer no era muy positiva. Por esta razón, en muchas ocasiones las representaba como alegorías de vicios (envidia, crueldad...) y se basa en la experiencia que tuvo en vida. Se dice, pues, que tuvo amores no correspondidos, como el de la duquesa de Alba, que favorecieron esa visión negativa.



divendres, 3 de març del 2017

Diferencias entre "La rendición de Bailén" e "Y son fieras"



1) Señala las diferencias entre las dos obras que representan la misma guerra, la Guerra de Independencia (1808-1814).


Francisco de Goya. 1808. Nº5. Y son fieras. Aguafuerte sobre papel. Museo Británico. 


José Casado del Alisal. 1864. La rendición de Bailén. Óleo sobre lienzo. Museo del Prado.

La crisis del Antiguo Régimen se precipitó en España en 1808, con el estallido de la guerra de la Independencia (1808-1814). Esta guerra, cruenta y destructora, no sólo fue una guerra de los españoles contra los franceses, sino también fue una auténtica guerra civil, pues los patriotas, es decir, la mayoría del pueblo español, se enfrentaron a los afrancesados, josefinos o infidentes, que aceptaron al nuevo monarca, José I Bonaparte, impuesto por su hermano Napoleón como rey de España.


Este período histórico fue muy importante, hasta el punto que numerosos artistas plasmaron la realidad de aquel momento en sus obras. En este caso en concreto nos centraremos en dos de ellos: Francisco de Goya y José Casado de Alisal y en dos de sus obras (Y son fieras y La rendición de Bailén).

La finalidad de esta práctica es realizar un análisis comparativo entre dos obras que representan un mismo momento histórico, a pesar de que su propósito es diferente. Las obras en las que nos hemos centrado para realizar este análisis son las siguientes:
  • Francisco de Goya. 1808. Nº5. Y son fieras. Aguafuerte sobre papel. Museo Británico. 
  • José Casado del Alisal. 1864. La rendición de Bailén. Óleo sobre lienzo. Museo del Prado. 
En primer lugar, comenzaremos describiendo la escena que aparece en el cuadro Y son fieras, de Francisco de Goya. Observamos una escena dinámica en la que los personajes, mayoritariamente mujeres, luchan contra la autoridad, haciendo uso de palos, piedras e incluso una de ellas tiene un niño en brazos. Sabemos que esta escena ocurre en Zaragoza, aunque el autor no siente la necesidad de mostrar tanto el lugar como la realidad de todo aquello que viven los personajes que muestra en su pintura, aún siendo esta ciudad su localidad natal.

Respecto a la apariencia de la obra, no le da importancia al color ni a mostrar quiénes son los personajes que aparecen en ella, ya que prácticamente no se pueden apreciar sus rasgos faciales. Por el contrario, su principal objetivo es mostrar las principales características de una guerra: la crueldad, la desesperación, la lucha,… Además, podemos destacar que la parte central de la pintura aparece una pila de gente amontonada aparentemente muerta (no refleja movimiento) y su sangre derramada por el suelo.

El pueblo se defiende con elementos rudimentarios (piedras, palos), mostrando así sus pocos recursos económicos que también se reflejan en la vestimenta (p.e: el bebé aparece sin ropa y las personas luchan descalzas). En contraposición, la autoridad muestra su alto poder adquisitivo y superioridad respecto al pueblo llano al estar representado con un arma de fuego (símbolo de poder) y dibujada a una altura superior al pueblo -al que mira hacia abajo-, detalle que muestra una contundente diferencia entre las clases sociales existentes.

Por otro lado, en cuanto al análisis de la obra de Alisal La rendición de Bailén, podemos destacar que la composición de la pintura está inspirada en La rendición de Breda (Las lanzas), de Diego Velázquez, y refleja la entrevista entre el general Castaños, situado a la izquierda del cuadro, y el general Dupont, a la derecha de éste, para establecer las condiciones de la rendición del ejército francés tras la batalla de Bailén, enfrentamiento que tuvo lugar el 19 de julio de 1808 junto a la ciudad de Bailén (Jaén), de ahí su nombre.

En la obra podemos observar la rendición de las tropas francesas ante el ejército español como consecuencia de la primera gran derrota que sufrió el invasor en las cercanías de Bailén. Si nos centramos en los personajes, podemos distinguir a Castaños, al frente del ejército español (que formaban militares regulares y guerrilleros del pueblo), saludando de manera cortés y con gesto cordial al francés vencido, ya que apreciamos como se inclina en reverencia quitándose el bicornio. Por su parte, Dupont, se muestra con actitud seria y soberbia y abre sus brazos en muestra de la rendición de su ejército.

A pesar de la verosimilitud que nos puede transmitir la obra en un primer momento, cabe destacar que la rendición de Bailén no se produjo en dicho campo de batalla ni ante los cuatro representantes de las divisiones españolas, ya que esta rendición se acordó en una casa de postas de Andújar el 22 de julio. Además, dos de los generales españoles que aparecen en la obra habían fallecido días antes en los enfrentamientos de Mengíbar.

Como hemos mencionado anteriormente, esta obra surge inspirándose en la obra de Velázquez por lo que encontramos muchos aspectos comunes en ambas obras. Sin embargo, en la composición de Alisal se ofrece una visión panorámica del escenario de combate, poniendo como eje central de la obra a los principales generales de ambos ejércitos. Aunque en la rendición de Breda de Velázquez los personajes centrales también son los representantes de cada ejército, pero sin una representación en sí del escenario.

Como podemos observar, la temática de ambas obras es la misma, la Guerra de la Independencia. Sin embargo, reflejan la guerra desde diferentes puntos de vista. Por una parte, la pintura de Goya es un grabado que realiza mediante la técnica de aguafuerte sobre papel. Alisal, por su parte, hace uso de óleo sobre lienzo para elaborar su cuadro. Así pues, la intención del primero es representar estas obras para liberar sus pensamientos y emociones acerca de la situación que vive, ya que vemos que este cuadro está realizado en 1808, estando la guerra en curso. Le interesa saber lo que ha pasado, sin importarle tanto el lugar donde ocurre. Por el contrario, la pintura del segundo es un encargo al autor, la finalidad del cual es reflejar la victoria.

Una vez realizado el análisis de las dos obras de arte observamos como lo más importante es darse cuenta de que a pesar de representar ambas un momento histórico concreto (Guerra de la Independencia), las obras son totalmente diferentes en cuanto a su contenido, su técnica y el mensaje que buscan transmitir. El interés de Goya era un muchas ocasiones plasmar la sociedad que le rodeaba y él veía crueldad, barbarie, sufrimiento e injusticia y eso se explica en parte por su situación; su enfermedad (sordera), que influye bastante en la forma de plasmar lo que ve. Por otro lado, vemos que la composición de Alisal es un cuadro de carácter más diplomático. Pretende con su técnica ser un cuadro histórico muy típico de esa época, pero comete demasiados errores que seguramente sean intencionados. Asimismo, percibimos como los detalles no son algo imprescindible en la pintura de Goya, así como la ausencia de color, ya que dibujaba en directo y su único interés era mostrar las atrocidades de la guerra. Por consiguiente, la obra de Alisal fue realizada 40 años más tarde del fin de la guerra como fruto de un encargo, por lo que como cuadro oficial el pintor ultima hasta el último detalle. Es un cuadro con una técnica que recurre al uso de una amplia gama cromática, mostrando a viva luz las expresiones de los personajes, los pliegues de las vestimentas de ambos ejércitos e incluso da una sensación atmosférica que señala el caluroso mes de julio en la ciudad de Jaén. Con todo ello, Alisal consigue representar con gran lucidez el escenario y lugar que presenció la guerra (fin último del pintor), como si de una fotografía se tratase.